sábado, 6 de diciembre de 2008

Istambul - Estambul - Constantinopla - Bizancio

Estambul, Constantinopla o Bizancio: tres nombres para una misma ciudad, capital de dos de los imperios más poderosos del Mediterráneo. Fue una ciudad cosmopolita, civilizada y multicultural, y por eso encontrarás mezquitas, iglesias, sinagogas y palacios históricos muy interesantes para de visitar. 

El centro de la ciudad es limpio y abierto al visitante y entre los principales lugares de interés turístico cuenta con buenas comunicaciones en tranvía. No pierdas la ocasión de caminar y perderte un poco por sus calles, seguramente encontrarás sitios con encanto.

Estambul está comunicada por avión y tren con las principales ciudades de Turquía. También tiene conexiones en barco con otros puntos de la parte asiática del Bósforo, siendo Bursa uno de los más intersantes.


¿Qué ver?: La ciudad vieja está junto al estrecho del Cuerno de Oro en su centro encontrarás la Iglesia de la Divida Sabiruría o Santa Sofía (Aya Sofia), que merece una visita a su interior para ver su cúpula (una de las más grandes durante mucho tiempo) y sus mosaicos. 

Muy cerca encontrarás el Palacio Imperial Otomano de Topkapi (Topkapı Sarayı), donde el recorrido de sus diversos edificios (Consejo Privado, Salón de Audiencias, mezquita, harén, cuadras, pabellones de diversas épocas...) y colecciones (tesoro, reliquias sagradas, relojes...), puede ocuparte más de una mañana. 


El tercer edificio es la Mezquita Azul (Sultanahmet Camii) bello e imponente tanto en su exterior como en su interior. También merece la pena su visita al anochecer, pues es iluminada.

Relativamente cerca del centro encontrarás el Bazar egipcio o de las Especias, y a su alrededor, todo un laberinto de calles en las que los comerciantes, agrupados por oficios, ofrecen sus productos. Es más provechoso un paseo por este gran mercado al aire libre que la visita al Gran Bazar (sólo tiendas de recuerdos para turistas) pues puedes ver prácticamente de todo.

Sólo para entusiastas: Si estás interesado en lo que fue la ciudad bizantina puedes ver en centro está la interesante Cisterna de Basílica (Yerebatan Sarnıcı) impresionante depósito subterráneo (hay que estar atento, pues puedes pasar de largo delante de su entrada) o el recinto del Hipódromo bizantino. Así mismo, gran parte de la ciudad está rodeada por los altos y fuertes muros que defendieron Constantinopla durante siglos de sus vecinos (turcos o cristianos), con mejor o peor fortuna siendo especialmente interesantes las Siete Torres (Yedikule). Algo alejado del centro puedes encontrar el Acueducto de Valente (Bozdoğan Kemeri).

La visita al Museo Arqueológico de Estambul puede servirte para completar la visión de la historia de la ciudad. Otro Museo que puede satisfacer tu interés en el arte religioso es el recinto de la Iglesia de San Salvador en Cora.

También podemos encontrar antiguas iglesias bizantinas reconvertidas en mezquitas, como la Pequeña Santa Sofía también llamada Iglesia de Sergio y Baco (Kurkuk Ayasofia) que reproduce a una escala más pequeña la estructura de Santa Sofía (no cobran entrada pero te agradecerán un pequeño donativo). La Mezquita de Arap, (Arap Camii) fue anteriormente una iglesia cristiana de estilo gótico. Con estas dos referencias, no acabo, ni mucho menos, otros pequeños templos que pueden serte interesantes.

La Mezquita de Suleiman o Mezquita de Süleymaniye (Süleymaniye Camii) es otra gran mezquita otomana de la ciudad, con un bello cementerio anexo.

Cruzando el puente de Gálata que une las dos orillas del Cuerno de Oro encontrarás la Torre de Gálata del siglo XIV (Galata Kulesi) con buenas vistas sobre la ciudad y el Palacio de Dolmabahçe (Dolmabahçe Sarayı) construido en el siglo XIX.

También puedes hacer un recorrido en barco por el Bósforo, embarcándote en los muelles cercanos al Puente de Gálata.

Totalmente prescindible: El Gran Bazar es hoy en día un simple edificio de tiendas de recuerdos para turistas.

Lo más friky y/o kitsch: Hay que destacar la abundancia de amuletos para turistas, como los ojos de vidrio azul.

Nativos: Son educados y occidentales (esto último más en las grandes ciudades que en el campo o las pequeñas ciudades). Puedes ir con tranquilidad por cualquier lugar, pues no te persiguen por la calle para venderte o ofrecerte nada.

Desaconsejo preguntar a los turcos por sus relaciones con armenios o griegos, pues en el mejor de los casos te recordarán la expulsión que los españoles hicimos de judíos y mudéjares.


Bursa - Brusa - Prusa


Una visita de un día a Bursa resulta interesante, pues da al viajero una idea más real de la verdadera vida en Turquía, que puede ser algo engañosa si sólo conocemos las ciudades más occidentalizadas (Estambul, Esmirna, Ankara).

Para llegar a esta ciudad existe la posibilidad de embarcar en Estambul en un transbordador con el que cruzar el estrecho del Bósforo (2 o 3 horas). Seguramente existen otras alternativas, pero la propuesta es el camino más corto que evita rodeos por la costa. Desde Bursa podemos continuar nuestro camino dirección al yacimiento arqueológico de Pérgamo (opcional), la ciudad de Esmirna (Izmir) y las interesantes ruinas de Éfeso. 

¿Qué ver?: Ulu Camii es la mezquita más grande de Bursa, un edificio con veinte cúpulas y una fuente interior bellamente iluminada por un tragaluz. Para la visita recordad las recomendaciones sobre forma de vestir y comportamiento que hemos mencionado en otros lugares. 

Otra edificación interesante es una plaza porticada donde tenían sus establecimientos los comerciantes de la seda. 

Sólo para entusiastas: En la ciudad podemos encontrar mausoleos de los sultanes otomanos.

Lo más friky y/o kitsch: La explicación sobre las cúpulas de Ulu Camii es que un sultán prometió contruir veinte mezquitas si ganaba una batalla y en su lugar contruyó una mezquita con veinte cúpulas... osea que cumplió su promesa política.

Éfeso - Esmirna - Izmir

La visita a la moderna ciudad de Esmirna es interesante por la cercanía de las ruinas de las ciudades de Éfeso y de Pérgamo. Hace unos años era habitual hacer un circuito en autocar que venía desde Bursa, en la costa y  se adentraba en la península haciendo ruta que incluya Pamukkale, Konya con destino a la Capadocia, pero mi consejo es buscar un medio de transporte alternativo más cómodo. También puedes seguir las carreteras de la costa y disfrutar de las desconocidas playas del sur de Turquía y algunos enclaves arqueológicos de cierto interés.

Al ser Esmirna la tercera ciudad en importancia cuenta con conexiones mediante autobús, tren o avión con el resto de principales destinos del país.

¿Qué ver?: El recinto arqueológico de Éfeso nos muestra las ruinas de una gran ciudad de origen griego y el asentamiento posterior romano. Gran parte de los hallazgos se encuentran actualmente en Viena y el Museo Británico. También hay que decir que con la intención de dar una idea a los turistas sobre lo que están viendo se han realizado algunos trabajos de restauración que dejan mucho que desear.

El Teatro fue el mayor de su época con una capacidad para 24.500 espectadores, empleado también para espectáculos circenses.

Entre lo que se conserva en buen estado encontramos la fachada de la biblioteca de Celsus.

Sólo para entusiastas: Los interesados en sitios arqueológicos pueden visita Pérgamo (aunque las mejores piezas como el altar de Zeus se encuentran en Berlín).

Menos recomendable, a no ser que se tenga intención de continuar ruta por la costa hacia el sur, es la visita al Mausoleo de Halicarnaso. El yacimiento está bastante alejado de Esmirna y los escasos restos están actualmente en el Museo Británico.

Lo más friky y/o kitsch: En Éfeso podemos ver un pequeño grabado en una losa del suelo que indicaba la existencia de un antiguo prostíbulo. Es el antecedente de la actual publicidad en las páginas de contactos.

En las cercanías a Éfeso encontramos la casa donde la leyenda dice que vivió y murió la virgen María, aunque parece ser una edificación muy posterior. Eso sí, respeto los mensajes de buena voluntad y dignos propósitos que los peregrinos y turistas cuelgan de una pared cercana.

Pamukkale - Hierápolis



En tu largo camino desde Esmirna (Izmir) a la Capadocia no dudes en hacer una parada en Pamukkale. Puede ser que el nombre no te diga nada, pero seguro que reconocerás la imágene de tu izquierda, pues ha sido utilizada en algunos anuncios publicitarios. 

¿Qué ver?: La traducción del nombre Pamukkale es "castillo de algodón" y realmente esa es la impresión que produce su visión. Los movimientos tectónicos ocasionarion la aparición de fuentes de aguas termales con un alto contenido en minerales (creta) cuya sedimentación está en el origen de esta belleza de la naturaleza declarado Patrimonio de la Humanidad. No vayas con la ilusión de bañarte allí pues con el objeto de proteger el lugar actualmete creo que está prohibido, pero puedes llevarte el bañádor y la toalla para darte un chapuzón en una piscina termal.

En el mismo lugar también puedes visitar las ruinas de Hierápolis, conocido centro termal de la época romana y en la que destaca por su estado de conservación el Teatro y en menor medida por la destrucción que han sufrido: el Templo de Apolo, los Baños, la necrópolis o la Fuente monumental (Nympheum).

Konya

En la larga ruta desde Pamukkale hasta la Capadocia pasarás por inmensas llanuras dedicadas a la agricultura, donde los campesinos parecen sacados de una fotografía de la Meseta en los años 70. Para descansar un rato puedes hacer una parada en Konya, ciudad con una importancia fundamentalmente religiosa.

¿Qué Ver? En ella encontramos la tumba de Jalal al-Din Muhammad Rumi, poeta místico y fundador de los Derviches Giróvagos de la orden Mevlevi. En el mismo recinto de la mezquita encontramos un pequeño museo dedicado a la vida diaria de las comunidades que seguían sus enseñanzas.

La visita al lugar requiere llevar un vestuario adecuado (nada de minifaldas, pantalones cortos, ni hombros al aire...) y guardar la compostura durante toda la estancia.

Capadocia - Kapadokya

La región de la Capadocia tiene unas características geológicas que por el efecto de la erosión millones de años ha adquirido unas formas caprichosas. A ésto se añade que para los habitantes del lugar siempre ha sido más fácil excavar sus viviendas en las montañas, muchas de las cuales continúan habitadas. Para hacernos una idea, es como la Meseta española pero con un toque mágico.

Es muy recomendable madrugar en primavera y verano para evitar las horas de más sol, pues la mayoría de lugares de interés no cuentan con ningún tipo de sombra.


Hasta la Capadocia llegan autocares desde las ciudades más importantes. También cuenta con comunicación ferroviaria y un pequeño aeropuerto. Para movernos entre las poblaciones más importantes de la zona seguramente contamos con autobús, pero la dificultad con el idioma pueden complicar nuestra comprensión de los horarios o frecuencias de paso. Otras opciones pueden consistir en utilizar taxis o alquilar vehículo.
 
¿Qué ver?: Entre los paisajes naturales podemos destacar el valle de Zelve o Peribacalar vadisi (el valle de las chimeneas de hada).

Merece la pena la visita Parque Nacional de Goreme (Göreme Milli Parklar), declarado como Patrimonio de la Humanidad y donde encontramos asentamientos cristianos de los siglos III y IV, de los que se conservan capillas, alcobas, almacenes e iglesias excavadas en la tierra, muchos de ellos decorados con frescos.

Sólo para entusiastas: Si no has tenido suficiente y quieres visitar más ciudades subterráneas puedes ir a Kaymaklı, Sogänli vadisi (que cuenta con 60 iglesias), Derinkuyu, Özkonak, Tatlarin, Mazı y Acıgöl.

También podemos destacar otras iglesias como las de El Nazar y Aynalı.

Lo más friky y/o kitsch: Algunos de los frescos cristianos con figuras humanas fueron destrozados en la antigüedad, y es que el fanatismo contra las representaciones iconoclastas también fue prácticado por algunas corrientes cristianas.